Private Banking versus Wealth Management, comparativa

Private Banking versus Wealth Management, comparativa

2014 no ha sido un año todo lo tranquilo para los inversores como hubieran deseado. De hecho han estado durante todo el año a la espera de encontrar cuál sería la fórmula que les hiciera conseguir mayores beneficios para sus carteras.

Habitualmente, cuando se habla de productos de inversión se suele hablar de los pequeños ahorradores, pero hoy queremos hablar también de aquellos inversores que apuestan por la banca privada a o private banking.

¿Dónde está la diferencia? Obviamente en el capital de partida. Mientras un pequeño ahorrador que se decanta por productos que podrían definirse dentro del marco de wealth management, cuando se habla de private banking hablamos de inversores que superan los 500,000 euros, grandes fortunas que no sólo buscan la rentabilidad sino también ser capaces de conseguir una gestión financiera que les beneficie en otros campos.

Esto tampoco los diferenciaría ya que, mientras el private banking busca complementar sus servicios, en el caso de wealth management hablamos también de un tipo de gestión que incluye servicios como el asesoramiento fiscal y legal y también unos planes de negocio que son los que a la larga buscan contrarrestar todos los productos para obtener mejores resultados. En muchos casos, incluso los beneficios se reinvierten para conseguir mejores condiciones fiscales de cara al cierre anual.

Sin duda, ambos tipos de inversión no son tan diferentes más allá de las cantidades puesto que la relación entre el cliente y el agente tiene que ser total, de gran confianza, permitiendo que la comunicación fluya sin problema para así alcanzar los objetivos impuestos en un plan financiero previo que debe ser presentado, aprobado y, en caso de ser necesario, incluso modificado si no está llegando a lo que estaba planificado.

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Este año a punto de terminar no ha sido sencillo en lo que a la inversión se refiere ya que las materias primas y otros mercados han tenido muchos cambios de rumbo. Esto lo cierto es que no termina de anticipar un próximo 2015 diferente. Empieza a perfilarse como una buena alternativa la idea de los bonos estatales, que comienzan a llamar la atención de inversores y gestores y que habrá que seguir de cerca para ver finalmente cuál es el desenlace.

En esta situación de mercados cambiantes, la mejor opción es diversificar las inversiones de cualquier cartera, de forma que tanto private banking como wealth management suelen ser de las más comunes en el caso de buscar rentabilidades a medio y largo plazo.