Cuando pensamos en redes sociales, lo hacemos como algo global, libre, donde explicar o compartir cualquier mensaje, donde la libertad prima en cada perfil…pero nada más lejos de la realidad si lo ubicamos en países como Corea del Norte o China, la realidad es bien diferente.
Según ha publicado y revelado un estudio realizado en la prestigiosa Harvard, el gobierno, no contento con aplicar una censura a ciertas páginas web y redes, ahora ha comenzado una campaña de publicidad de las bondades del régimen para distraer la atención de los internautas de las noticias menos optimistas.
El llamado «Partido de los 50 céntimos» – precio que cobrarían por publicar un mensaje positivo del régimen, cuenta entre sus filas con más de 2 millones de personas que llenan internet de comentarios que opacan las malas noticias o las que tienen que ver con la profunda crisis que viene viviendo el país durante los últimos años.
No es la primera vez en la historia que vemos cómo la propaganda trata de velar por el control de la información, pero lo cierto es que, dada la experiencia y el aprendizaje pasado, de nada sirve si los filtros pueden acabar saltándose como cada vez intentan más jóvenes chinos.
Y precisamente eso es lo que el Gobierno Popular Chino parece querer evitar, que su propia juventud se alce contra un sistema que lleva engranado años. Se percibe como amenaza interna, ya que hoy no hay riesgo real de que un ejército invasor o extranjero prepare una revuelta en territorio del sol naciente.
Además, con el estudio en marcha, se pudo constatar que durante el periodo de vacaciones o incluso cuando parecía que iba a verse un pequeño levantamiento en algún rincón de su geografía, esos mensajes positivos y defensores del régimen establecido, aparecían con mucha más asiduidad para diluir otras noticias que podrían provocar una situación, cuanto menos incómoda, que incluso se contagiara en distintos lugares.