MADRID, 14 (SERVIMEDIA)
El Pleno del Parlamento Europeo aprobó este martes con 486 votos contra 132 y 10 abstenciones la revisión del llamado Reglamento de reparto del esfuerzo, que establece una reducción anual vinculante de un 40% en las emisiones de gases de efecto invernadero del transporte por carretera, la calefacción de edificios, la agricultura, las pequeñas instalaciones industriales y la gestión de residuos para cada país de la UE.
Concretamente, la ley revisada -que regula el 60% de todas las emisiones de la UE- aumenta el objetivo comunitario de reducción de gases de efecto invernadero que se expulsan a la atmósfera de un 30% a un 40% en 2030 en comparación con los niveles de 2005.
Por primera vez, todos los países de la UE deben ahora reducir las emisiones con objetivos que oscilan entre un 10% y el 50%. Los objetivos para 2030 para cada Estado miembro se basan en el PIB per cápita y la rentabilidad. Cada nación deberá asegurarse cada año que no exceder su asignación anual de emisiones de gases que calientan el planeta.
La ley logra un equilibrio entre la necesidad de que los países de la UE sean flexibles para lograr sus objetivos al tiempo que garantizan una transición justa y socialmente justa, y la necesidad de cerrar las lagunas para que se cumpla el objetivo general de reducción de la UE.
Por esta razón, existen límites sobre la cantidad de emisiones que los países comunitarios pueden ahorrar de años anteriores, tomar prestado de años futuros y cuánto pueden intercambiar asignaciones con otros Estados miembros.
Para poder exigir responsabilidades a los Estados miembro, la Comisión Europea hará pública la información sobre las acciones nacionales en un formato de fácil acceso, tal como lo solicitó el Parlamento Europeo.
«Con esta ley, damos un gran paso adelante en el cumplimiento de los objetivos climáticos de la UE. Las nuevas reglas para los recortes de emisiones nacionales aseguran que todos los Estados miembro contribuyan y que las lagunas existentes están cerradas. Esto nos permite enviar una señal clara de que la UE se toma en serio ser el campeón mundial de una agenda climática competitiva y eficiente», indicó Jessica Polfjärd, ponente de la norma en la Eurocámara.
El texto tiene que ser aprobado formalmente por el Consejo Europeo. Después, se publicará en el Diario Oficial de la UE y entrará en vigor 20 días después.