El cambio climático abriría a la agricultura una superficie equivalente a cinco Españas en 40 años

El cambio climático abriría a la agricultura una superficie equivalente a cinco Españas en 40 años

– Serían 2,7 millones de kilómetros cuadrados en el norte de la Tierra, un 10% de las zonas silvestres salvo la Antártida, según un estudio

MADRID, 22 (SERVIMEDIA)

El calentamiento global facilita que algunas áreas silvestres sean más adecuadas para el cultivo y la agricultura podría expandirse a 2,7 millones de kilómetros cuadrados en los próximos 40 años sobre todo en zonas del norte del planeta, como Canadá, Escandinavia y Rusia, donde estarían en riesgo sus valiosos ecosistemas.

Esa es la proyección de un estudio dirigido por investigadores de la Universidad de Exeter (Reino Unido) y publicado en la revista ‘Current Biology’.

Los investigadores evaluaron la «idoneidad climática futura» de más de 1.708 variedades de cultivos a partir de una base de datos creada por la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura).

Proyectaron que 2,7 millones de kilómetros cuadrados de área silvestres serían aptos para la agricultura en cuatro décadas. Esta superficie equivale a algo más de cinco veces la de España y representa cerca de un 10% del total de zonas salvajes que quedan en el mundo al margen de la Antártida.

Se trata de un pronóstico sobre un escenario en el que continuaran las emisiones de gases de efecto invernadero. Con un escenario climático medio, el área sería 1,85 millones de kilómetros cuadrados.

«Esperábamos que el aumento de las temperaturas aumentaría la idoneidad agrícola en latitudes altas», indicó Alexandra Gardner, de la Universidad de Exeter. «Pero la escala de este resultado y el grado en que esta nueva tierra adecuada se encuentra en estado silvestre fue sorprendente: el 76% de las tierras recientemente adecuadas en latitudes altas son actualmente áreas silvestres, lo que equivale a un 10% del área silvestre total fuera de la Antártida», añadió.

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PÉRDIDA DE BIODIVERSIDAD

Ello significa que gran parte de la vida silvestre corre el riesgo de sufrir daños significativos a medida que aumentan las temperaturas globales y los humanos se vean obligados a buscar entornos propicios para un alto rendimiento de los cultivos.

Actualmente, muchos de los cultivos del mundo se realizan en regiones más cercanas al ecuador, un área que ya está experimentando una pérdida de vida silvestre debido a la agricultura. Los investigadores predicen que el 72% de la tierra actualmente apta para uso agrícola sufrirá una pérdida de biodiversidad en los próximos 40 años a medida que las regiones de latitudes más altas se vuelvan más cálidas y, por lo tanto, más adecuadas para la agricultura.

«Solo unas pocas áreas de nuestro planeta permanecen relativamente intactas por la influencia humana», apuntó Ilya Maclean, también de la Universidad de Exeter. A su juicio, «al calentar nuestro planeta, estamos simultáneamente haciendo que las tierras agrícolas existentes sean menos productivas y abriendo posibles nuevas áreas para la agricultura, especialmente en el extremo norte».

«Sin protección, estas preciosas áreas silvestres -con su gran biodiversidad y valor cultural- podrían perderse irreversiblemente», destacó.

Los científicos creen que unos 3,3 millones de kilómetros cuadrados de zonas silvestres (aproximadamente el doble del tamaño de Alaska) se han perdido desde principios de la década de 1990 por la actividad agrícola.

EMISIONES

La expansión agrícola ya es la principal causa de la pérdida de biodiversidad en la tierra en el ámbito mundial y es posible que la producción de alimentos tenga que duplicarse para 2050 para satisfacer las demandas de las crecientes poblaciones humanas.

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«Necesitamos comprender los impactos específicos de las diferentes prácticas agrícolas sobre la biodiversidad. Un paso importante es saber cómo podemos mantener o mejorar el rendimiento de los cultivos en tierras agrícolas existentes utilizando prácticas sostenibles que no dañen ni minimicen los impactos negativos sobre la biodiversidad natural», explicó Gardner.

Esta investigadora subrayó, además, que «para proteger las zonas silvestres que quedan en nuestro planeta, debemos reducir urgentemente las emisiones de gases de efecto invernadero». «También debemos utilizar nuestras tierras de cultivo de manera más eficiente. Podemos alimentar a una población mayor en las tierras agrícolas que ya tenemos, pero necesitamos aumentar la eficiencia de los cultivos, cultivar los cultivos adecuados a las condiciones, reducir el consumo de carne (que es ineficiente y produce altas emisiones) y reducir el desperdicio de alimentos», comentó.

Maclean señaló que «esto nunca tendrá éxito a menos que se involucre a los agricultores en el proceso de toma de decisiones». «Lo que hemos visto en los últimos 50 años es un cambio hacia grandes campos extensivos y monocultivos. Es mucho más barato para un agricultor producir cultivos de esa manera. Pero si cultivas un solo cultivo en tu granja, eres más susceptible a las incertidumbres del cambio climático», indicó, antes de concluir: «Lo que veremos es que partes de los últimos lugares vírgenes del planeta se vuelven más adecuadas para la agricultura».