Actualmente vivimos en un mundo donde la comunicación e información están al alcance de todos a golpe de clic.
Mientras antes eran sólo los que estaban al tanto de la actualidad los que podían contextualizar las cosas que ocurrían lejos de nuestro foco de atención, actualmente la información está disponible para todo el que quiera verla. Pero, ¿en la era de la información, estamos cada vez más desinformados?
Problablemente sí. Los grandes medios de comunicación y los grandes creadores de opinión hablan constantemente de la necesidad de la defensa de los Derechos Humanos. Esos derechos, que se asumen inalienables para todo el mundo, parecen no entenderse de la misma manera según dónde se mire.
Actualmente se viven grandes crisis humanitarias que irrumpen en la actualidad sin que parezca haber remedio. Son las Ong de defensa de los derechos humanos las que alzan la voz a la comunidad internacional solicitando asistencia. No sólo de las organizaciones internacionales que deben hacer cumplir dichos derechos allá donde sea sino también de todos esos particulares y voluntarios que se alían con ellas para mejorar las condiciones de millones de personas en nuestro planeta.
Grecia, Alepo, ciudades que han sufrido catástrofes naturales…Son muchos los frentes abiertos que abren cada día los telediarios de medio mundo. Sobre todo, cuando se habla de derechos humanos, hablamos de los más pequeños, de los niños que todo el planeta que ven cómo su felicidad no siempre depende de una estabilidad sino de la llegada de la ayuda para velar por sus derechos como infantes.
Allá donde miremos, la ayuda de las organizaciones no gubernamentales y, en especial, de los voluntarios, es vital para que las condiciones de mucha gente puedan mejorar significativamente. La suerte, que cada vez hay más conciencia para defender de verdad los derechos que todos y cada uno de los seres humanos merecemos.
