El Bosco cuelga el cartel de «no hay entradas»

el-bosco-en-el-pradoEra una de las citas más esperadas del otoño. La exposición de este genial pintor, que ya tuvo que ser ampliada hasta el 25 de septiembre, ha cerrado su andadura por la capital con la imagen del no hay entradas de continuo.

Sin duda, el V Aniversario de El Bosco era una de las citas artísticas de la capital, por la que se sabía que pasarían millones de visitantes en busca de las claves de algunas de sus obras más destacadas y polémicas como el famoso «El Jardín de las Delicias» que reposa a buen recaudo en una de las principales salas de la pinacoteca madrileña.

El Bosco pintó un mundo de fantasía, lleno de colores, detalles y también de claves que hablaban de los tiempos en los que le tocó vivir. Heredero del arte que se trabajó en Brujas y en los principales talleres de los Países Bajos, huyó de mantener su estela aunque sí dejó en sus pinceladas algún guiño de lo que aprendió en ellos que, en conjugación con los iconos de la Edad Media como representación principal, dieron un estilo único a este controvertido pintor.

Pero, ¿quién era en realidad El Bosco? Parte del misterio que posteriormente trasladó a los lienzos comienza en su propia persona, de la que no se sabe demasiado. De hecho, hablar de su nacimiento y datarlo en el 1450 es algo arriesgado puesto que no existe nada que sustente esta afirmación. Parte de su vida queda representada en los documentos atesorados en su ciudad natal, Bolduque. Y ahí queda patente también su relación con la religión y su sentir más devoto.

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Sin duda, eso y la época convulsa que le tocó vivir le han valido para poder plasmar como pocos un repaso de lo cotidiano, mezclado con la fantasía e incluso la sátira en sus trabajos. Sólo hay que echar un vistazo a cualquiera de sus trabajos más famosos para demostrar que, pese a que es hombre de su época, poco dejó influirse por los estilos italianos y flamencos que reinaban en el arte en aquel momento.

Todo esto ha hecho que, la exposición que se clausuró ayer, lo hiciera por todo lo grande, con el cartel de No hay entradas.

Para todos los que quieran echar un vistazo a sus Jardines infinitos, el Prado tendrá hasta octubre un montaje único que permitirá ver algunos de los detalles más espectaculares de los trabajos de este genial pinto.r