Derivados financieros versus wealth management

Derivados financieros versus wealth management

2014 ha sido un año complicado en los mercados. Cuando todo parecía estabilizarse, algún factor externo sociopolítico o incluso algún indicador volvía a poner a los distintos parqués en complicaciones.

Los productos financieros, las materias primas, las divisas, han marcado meses en los que los inversores veían como la fluctuación de sus precios era una constante.

De ahí que los inversores estén buscando nuevas fórmulas de cara al año que viene y se planteen cuál será la mejor opción para depositar sus capitales.

Hoy queremos comparar dos formas de inversión: derivados financieros versus wealth management.

¿Qué son los derivados financieros? Quizás es uno de los productos que menos conoce el pequeño inversor. Se trata de un producto cuyo valor de cotización está relacionado con el precio de otro activo.

En este epígrafe podrían sumarse acciones, productos de renta fija o variable e incluso los bonos de renta privada.

Pese a que no siempre tienen que cotizar en los mercados de valores, lo cierto es que lo común es que lo hagan, al igual que pueden incluirse bajo su nombre también incluso las materias primas. La ventaja es que el precio que deberás pagar para invertir en este tipo de productos es bastante inferior al que tendrías que pagar por acción, algo que hace que muchos inversores ponga sus ojos sobre ellos.

En el caso de wealth management, la base es completamente diferente. Se trata de un tipo de gestión de cartera que hasta ahora habían utilizado las personas más adineradas y cuyo lema es la creación de riqueza.

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Los periodos de vencimiento suelen ser en el medio o largo plazo y lo que se busca es, con el capital actual, ir incrementando los beneficios para en un futuro contar con una cuenta algo más abultada.

¿Cuál es la ventaja de este tipo de inversión? Los servicios que acompañan al inversor en términos legales y fiscales. Aparte de un asesor que sea capaz de gestionar su cartera, haciendo que la persona se olvide de todos los trámites, tendrá a su disposición el asesoramiento de abogados y expertos en el campo fiscal que le acompañarán tomando decisiones que le beneficien en ambos campos no sólo a final de año sino en la planificación total de la inversión.

También es importante tener en cuenta que todo el que se decide por la inversión de este tipo tiene un contacto constante y directo con la persona encargada de gestionar la cartera para estar al tanto de los resultados que se van obteniendo.